Francisco Fernández Fermina. (1891-1960). Constructor y aparejador
malagueño. Inició sus estudios superiores en la Real Academia de Bellas
Artes de Cádiz, en la que obtuvo el título de Aparejador el 20 de
febrero de 1915. Fue alumno de quien con el tiempo llegaría a ser su
mejor amigo, Luis Almeida Alcántara. Durante estos años supo compaginar
los estudios con la actividad constructora y ornamental, en la que ya
por entonces había destacado con la construcción del artístico techo del
entonces Petit-Palais (posteriormente Teatro Alcázar, hoy
desaparecido), situado en la calle Liborio García. Al terminar la
carrera continúa con su actividad constructora y participa vivamente en
la vida social malagueña. Se integra en las directivas del entonces
Círculo Mercantil y la Congregación de Mena. Tres años después de haber
obtenido el Título de Aparejador en el año 1918, marcha a Cataluña,
donde gana por oposición una plaza de Aparejador en el Ministerio de
Hacienda. Fue destinado al servicio del Catastro de Lérida y Barcelona.
Allí conoce a Teresa Verni Cortadellas (joven estudiante de Magisterio,
perteneciente a una familia burguesa catalana, con la que contrae
matrimonio años más tarde (1931). Tanto durante su estancia en Barcelona
como en diversos viajes que realiza por Europa, profundiza en sus
conocimientos artísticos y arquitectónicos, por los que siempre sintió
una fuerte y singular vocación. Durante esta época realizará, siempre
que le era posible, visitas continuadas a su ciudad natal. En 1923
vuelve a Málaga al haber ganado por oposición una plaza de aparejador en
el Ayuntamiento. Alcanza un gran prestigio social y profesional. Entra a
formar parte de las directivas de la sociedad malagueña de Ciencias y
de la Sociedad Económica de Amigos del País. Formó parte de las
Comisiones de Ornato y Fiestas de la ciudad, como Asesor Honorario a
petición de Dionisio Ric Sánchez, y entre sus numeroso trabajos
destacan: el altar y trono para la Coronación canónica de la Virgen de
la Victoria, caseta de la feria de Martiricos que construyó el
Ayuntamiento en honor del Jalifa (las mas alta autoridad indígena del
Protectorado Español en Marruecos), formada por arcos inspirados en la
arquitectura árabe, y por la que el Jalifa le otorgó como felicitación
por el diseño y construcción la medalla de la orden Sheriffiana de la
Medahuia. También se debieron a Fernández Fermina los altares para las
procesiones del Corpus, así como el arco de triunfo levantado con motivo
de la primera visita del entonces jefe de Estado, General Franco, a
Málaga (construido en una semana, en tiempo de lluvias intermitentes, y
que por su belleza el Ayuntamiento acordó dejarlo instalado hasta un año
después, sirviendo aquel año de altar para la procesión del Corpus.
Como Aparejador municipal, participó en la construcción de numerosos
edificios entre los que destacan, por su calidad y belleza, las obras de
los mercados de calle Salamanca, y de calle Alemania (hoy Centro de
Arte Contemporáneo) y las antiguas casas de socorro del Llano de Doña
Trinidad y del Llano de Mariscal, todas ellas declaradas actualmente
como edificaciones de protección arquitectónica. Con motivo de las
Misiones (febrero 1950), el entonces Obispo de Málaga, Ángel Herrera
Oria, recurre a él con la necesidad urgente de construir en 15 días 13
iglesias (centros misionales) distribuidos por toda la ciudad. Fermina
(como era conocido) diseñó y construyó los 13 centros \"stándar\" como
iglesias de tres naves, con la nave central más alta y sus filas de
columnas (algunos permanecieron después como Parroquias durante varios
años). A partir de este contacto con Herrera Oria, pasó a ser un gran
colaborador de la obra de D. Ángel en Málaga. Así realizó la
construcción de las escuelas rurales y fue nombrado aparejador
diocesano. Además de las inquietudes artísticas y arquitectónicas,
Fermina mantuvo siempre una gran preocupación social. Muestra de ello,
en 1927 preside la sección del barrio obrero \"Las Américas\" de la
Sociedad Económica de Amigos del País, (que presidía en aquella época
Emilio Baeza Medina) y años más tarde participa en la obra social del
Círculo Mercantil (comedor casa-hogar del Molinillo). En 1931 funda la
asociación oficial de Aparejadores-previa a la constitución del Colegio
Oficial- de la que fue su primer presidente y vocal nacional. Participó
activamente en la creación de la primera Mutua Social profesional del
colectivo en España. También fue fundador en Málaga de la Mutualidad
Laboral de la Construcción y vocal nacional de Mutualidades Laborales y
del Montepío de la Construcción. Como constructor privado, dejó también
una fecunda obra entre las que podemos destacar: El Palacete que fue de
la familia Luque Prolongo en el Bajondillo de Torremolinos (con
protección arquitectónica) y Pedro Mantuano en Málaga, la reconstrucción
de la casa nº 4 de calle Larios (destruida durante la guerra civil), la
instalación del antiguo Círculo Mercantil de calle Larios, villa de la
familia Gálvez, casa de la familia Utrera en la plaza de la
Constitución, villas en las calles Conde de Ureña, Valle de los Galanes,
Pedregalejo... En 1949 a petición de los trabajadores y compañeros del
trabajo le fue concedida la medalla al Mérito en el Trabajo. Falleció
en su domicilio particular de calle Pedro Mantuano nº 4 de Málaga, el 18
de febrero de 1960, unos días después de recibir la visita del Obispo
Herrera Oria que quiso visitarlo durante su corta enfermedad. Ese mismo
año el Ayuntamiento, presidido por Francisco García Grana acordó poner
su nombre a una calle. En el nº 7 de esta calle se encuentra el Centro
de Servicios Sociales de Cruz de Humilladero y en el nº 17 el colegio
público Juan Ramón Jiménez.