DON JUAN DE LA ROSA
Malaga biografias malagueñas trae hoy a un hombre que convirtio una simple caja y monte de piedad en toda una institucion financiera.
Juan de la Rosa (1912-1984), su padre, fue el creador del imperio en el que se convirtió a mediados de los años 60 El Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Ronda, conocido popularmente en la ciudad como El Monte, la primera caja de Andalucía y una de las más poderosas de España. Don Juan, como era unánimemente referido en Ronda el director general de El Monte, era maestro, un título que consiguió en el seminario. 'Mi abuelo era un potentado de Grazalema, tenía fincas, fábricas de mantas, negocios, pero murió muy joven y en poco tiempo a la viuda le desapareció todo. Mi padre conoció en sus carnes la usura, una lacra de aquellos tiempos que él siempre combatió. Acabó en el seminario, que era entonces una salida para estudiar'.
Francisco a partir de los 12 años echaba los veranos en las oficinas de El Monte. 'A mi padre le parecía mucho tiempo los cuatro meses de vacaciones que había entonces y mi primer trabajo en la caja fue timbrar, ponerle sellos a los préstamos; después subí de categoría y registraba los préstamos o las cancelaciones en los libros'. Francisco nació en 1936, el mismo año en que su padre entró a trabajar en la entidad, que tenía una sola oficina. 'El Monte se creó en 1909, con 10.000 pesetas que dejó en su testamento la marquesa de Moctezuma. Y tuvo una sola oficina hasta 1948, en la calle Prim, que abría sólo los domingos'.
Cuando el padre entró a trabajar 'de meritorio' en el 36, en El Monte sólo había otro empleado, que era su jefe. Después de la guerra, con todos los libros destruidos, hubo que hacer un bando militar para saber cómo estaban las cuentas. 'Un teniente coronel hizo un bando en el que reclamaba que la gente que le debiera dinero a la caja apareciera por allí y los que tuvieran dinero depositado que fueran a pedirlo; naturalmente a reconocer que debían compareció muy poca gente y a cobrar se llegaron algunos'. En todo caso, cuando se recompone la contabilidad, 'al Monte le deben un millón de pesetas escaso y mi padre era el único profesional; ya a partir de entonces abren todos los días'. Cuando el hijo entró en El Monte en 1953, la casa tenía 14 trabajadores y unas pocas oficinas. 'Estaba empezando la implantación en toda la Serranía de Ronda y Cádiz, que es una comarca natural. La segunda oficina se abrió en 1948 en El Burgo y después Grazalema, Ubrique, Jimena... Llegamos a tener 500 antes de la fusión, mi padre tenía dos obsesiones, la expansión y la obra social'.
De la Rosa fue uno de los tres directores generales de la Unicaja fusionada durante un año. Luego pasó a ser director de la Obra Sociocultural, que ha gestionado hasta su jubilación. Este cargo le proporcionó la última emoción de su carrera: 'El 11 de septiembre teníamos en Nueva York a 80 niños y no paramos hasta que confirmamos que estaban todos bien'.
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